Supondrá un ahorro de "en torno a 300 millones de euros"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este lunes que el Gobierno regional va a deflactar todos los tramos del impuesto sobre la renta para el año que viene, lo que supondrá un ahorro de "en torno a 300 millones de euros". El objetivo, ha explicado, es que "si una familia ingresa más ese año, su tramo de renta será ajustado para que siga pagando los mismos impuestos y no pierda su poder adquisitivo por culpa de la inflación".
La medida, detalla el Ejecutivo regional en un comunicado, entraría en vigor el 1 de enero de 2023, por lo que se vería reflejada en la declaración de la renta que se haga un año después. "Vamos a corregir los tramos de renta por los que tributa cada madrileño para que se ajusten a la inflación, es decir, que la subida de precios no se traduzca además en una subida de impuestos encubierta debido a que sus salarios han perdido poder adquisitivo", añade.
Para argumentar su decisión, el Gobierno de Díaz Ayuso toma como ejemplo el caso de un contribuyente que ve aumentar su salario un 5% debido al incremento de la inflación, que según las estimaciones de diversos analistas cerrará el año 2022 con un avance medio del entorno del 7%. Esta subida salarial, detalla el comunicado, "le puede hacer pagar más impuestos, no solo por gravarse sobre una base mayor, sino porque además puede sufrir un salto de tramo en la escala de gravamen por este efecto, de manera que una parte pasa a gravarse a un tipo más elevado, lo que eleva el tipo medio efectivo en su conjunto". Este salto es el conocido como progresividad en frío.
Con la deflactación de la tarifa se intenta evitar que se incremente el tipo medio efectivo. Para ello, se actualiza el extremo superior e inferior de cada tramo de renta con el deflactor que se quiere aplicar. Por ejemplo, si los extremos del primer tramo fueran, por simplificar, 10.001 euros y 20.000 euros, deflactando al 5% para incorporar el efecto de los precios, ambos extremos pasarían a ser 10.501,5 euros y 21.000 euros. "De esa manera, los nuevos extremos de cada tramo se amplían, permitiendo tributar una mayor cantidad de ingresos a tipos marginales más bajos, conteniendo, así, el efecto de la progresividad en frío".
El Gobierno regional también pone el ejemplo de un contribuyente que declara ingresos anuales de 40.000 euros. En este caso, no deflactar la tarifa le supondría pagar 300 euros más. "La deflactación permitirá que el contribuyente siga aportando lo mismo que hasta ahora y la subida salarial pueda destinarse a hacer frente a un mayor coste de bienes y servicios".
En paralelo, recuerda el Ejecutivo de Díaz Ayuso, si el salario del contribuyente no aumenta, la deflactación constituye una bajada de impuestos, porque se pagaría un menor tipo medio efectivo al tributar más ingresos a tipos marginales más bajos. Por el contrario, si el salario del contribuyente aumenta, el tipo medio efectivo a tributar puede subir, quedarse igual o bajar, dependiendo de si el incremento del salario es mayor, igual o menor que el deflactor, respectivamente.
La presidenta regional ha hecho hincapié en que "no vamos a aprovechar la inflación para hacer trampa y subir los impuestos por la puerta de atrás. Al contrario, deflactar es también una forma de bajar impuestos".
FUENTE: CINCO DÍAS