Cinco factores determinantes en la concesión de una hipoteca
3 de febrero de 2017
Cinco factores determinantes en la concesión de una hipoteca
Para este 2017 se augura un incremento en la firma de préstamos hipotecarios, pero es importante conocer qué factores son los que van a tener en cuenta las entidades a la hora de concedernos la hipoteca.
El registro de hipoteca, va a más. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en noviembre de 2016 se produjeron 25.413 inscripciones, un 32,2% más que el mismo mes de 2015.
Si bien las previsiones apuntan a un encarecimiento de los tipos de interés durante este 2017, entre los motivos, la sentencia de la cláusula suelo y los diferentes escenarios políticos y económicos a nivel mundial, se estima también un incremento en la firma de préstamos hipotecarios. A día de hoy, existen varios motivos que pueden condicionar la concesión de una hipoteca. Expertos los resumen en cinco si bien, aclaran, no son estancos ni todas las entidades los aplican de la misma manera. En líneas generales, son estos:
1. Tipo de contrato:
Uno de los aspectos que estudian las entidades es el historial laboral de los solicitantes de la hipoteca. Las personas con una situación laboral estable, con un contrato indefinido o funcionarios, tienen más probabilidades de obtener el sí que una persona que encadena varios temporales. Igualmente, en el caso de estos últimos, la revisión será más laxa si se puede demostrar que se han sido firmados con una misma empresa. Para evaluarlo, se solicitará el historial laboral de la Seguridad Social.
2. Porcentaje de endeudamiento:
Esto es, qué parte del sueldo (o los ingresos justificados) se destina a cubrir la hipoteca (y los otros préstamos que se puedan tener). Varía en función del banco, aunque lo más habitual es que la horquilla se mueva entre el 30% y el 40% de los ingresos. Si se supera ese porcentaje es complicado que se obtenga un sí. Para ello, la entidad financiera cotejará dos factores. Por una parte, solicitará un número determinado de nóminas (habitualmente las tres últimas) en el caso de los asalariados y resúmenes de IVA, pagos fraccionados de IRPF y recibos de la Seguridad Social en autónomos. Y, por otra, pedirá a los futuros titulares que firmen una plantilla de solicitud de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), donde se registran todos los préstamos y créditos bancarios mayores de 6.000 euros.
3. Historial crediticio:
Estar (o haber estado) en un listado de morosidad puede frenar la concesión de una hipoteca (y cualquier tipo de préstamo) ya que las entidades quieren asegurarse de que el dinero que prestarán va a ser devuelto. Para ello analizarán al detalle el historial crediticio de los futuribles hipotecados, para ver cuáles han sido sus comportamientos.
4. Aportación inicial:
Habitualmente, las entidades financian el 80% del valor de tasación o compraventa del inmueble a adquirir (a no ser que se trate de un piso del banco, que entonces pueden facilitar hasta el 100% del importe). Esto es, el solicitante de la hipoteca tiene que aportar, al menos, el 20% del valor del mismo. Con todo, las financieras se muestran más flexibles con aquellos que pueden facilitar, de inicio, un mayor porcentaje. Existen excepciones, y son más flexibles con personas jóvenes, que no han tenido capacidad de ahorro, pero tienen ingresos estables y elevados o sectores, como los funcionarios.
5. Importe a solicitar:
Ligado con el aspecto anterior, cuanto más ajustado sea, más posibilidades hay de lograr el préstamo, siempre y cuando se cumplan con los anteriores factores.
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