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El 1 de abril entró en vigor el nuevo permiso de paternidad ampliado a 8 semanas, frente a las cinco semanas que tenían desde verano de 2018, para todos los padres de los niños que nazcan o sean adoptados a partir de esa fecha, afecta a todos los progenitores distintos de la madre biológica. Este permiso será retribuido al 100% e intransferible, por lo que si el padre no lo disfruta, no lo podrá ceder a la madre. Las dos primeras semanas del permiso deberán disfrutarse de forma ininterrumpida tras el nacimiento. Las otras seis semanas podrán ser de disfrute interrumpido y ejercitarse hasta que el hijo o la hija cumpla doce meses. 

La continuidad dependía de la convalidación del mismo por la Diputación Permanente del Congreso, al estar disuelta la Cámara, que lo aprobó en la reunión del 3 de abril, prevista para decidir sobre si sigue adelante o si se deroga, como ya ocurrió con otros decretos del gobierno. Fuentes del Ministerio de Igualdad precisan “que la entrada en vigor será efectiva, al menos, hasta que se tome la decisión, al tiempo que señalan que no se contempla el escenario de que el Parlamento lo tumbe”.

Según establece en el texto, el permiso de paternidad se ampliará de forma progresiva: se elevará a 8 semanas en 2019; a 12 en 2020 y a 16 en 2021, lo que supondrá el primer paso para la equiparación de las bajas de los padres por hijo nacido o adoptado con las de las madres. Una vez equiparados ambos permisos de paternidad y maternidad, las seis primeras semanas posteriores al parto serán obligatorias e ininterrumpidas, y las diez restantes que tendrá cada progenitor serán a distribuir hasta que el bebé cumpla un año.

FUENTE: ADADE CENTRAL