El acuerdo aún debe ser respaldado por el Parlamento Europeo y los Veintisiete en próximas fechas para que sea definitivo
El resultado está muy lejos de lo que esperaban sus promotores, pero finalmente se ha llegado a un acuerdo para aprobar la directiva sobre salarios mínimos adecuados en toda la UE. La norma no exige que los países introduzcan por ley salarios mínimos si no los tienen ni mucho menos establece un salario mínimo común en toda la UE. Se contenta con afirmar que se promoverá la dignificación y protección adecuada de una remuneración digna en todos los países, a través de esos salarios mínimos legales o de la negociación colectiva.
La promesa de establecer una directiva sobre el salario mínimo fue una de las condiciones que el grupo socialista exigió para aprobar el nombramiento de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión, lo que era una prueba especialmente delicada dado que ella era ministra del gobierno de un país (Alemania) donde no existe el concepto de salario mínimo legal.
La presidenta de la Comisión dijo ayer, después del acuerdo sobre la nueva directiva que «la UE ha cumplido su promesa y las nuevas reglas sobre salarios mínimos protegerán la dignidad del trabajo y garantizará que el trabajo se vea recompensado» pero reconoce también que «todo esto se hará en pleno respeto de las tradiciones nacionales y la autonomía de los interlocutores sociales». Es decir, que cada gobierno interpretará a su manera el modo de cumplir estos objetivos.
La nueva norma determina que los gobiernos nacionales deberán evaluar si el salario mínimo legal vigente en su país, es decir, el salario más bajo permitido por la ley, es suficiente para garantizar un nivel de vida digno. Para ello, tendrán que tener en cuenta las condiciones socioeconómicas, el poder adquisitivo o los niveles nacionales de productividad y desarrollo. También podrán establecer como elementos orientativos y no vinculantes la referencia a una cesta de bienes y servicios a precios reales o valores de referencia como el 60% del salario medio bruto.
El acuerdo fue alcanzado durante la noche del lunes al martes por los negociadores del Consejo (los países) y el Parlamento. Ahora ha de ser aprobado formalmente por las dos instituciones para tener valor jurídico y después cada país deberá trasladarlo a sus legislaciones nacionales. En el caso de España, donde ya hay un salario mínimo legal, los cambios serán mínimos. La Comisión considera que la protección del salario mínimo existe en todos los Estados miembros «ya sea a través de salarios mínimos legales y convenios colectivos, o exclusivamente a través de convenios colectivos» por lo que la aplicación de esta directiva no representará grandes cambios si no es para ayudar a discernir en casos dudosos de interpretación del principio de protección del salario mínimo.
Para la Comisión, en todo caso, «los salarios mínimos adecuados son importantes para fortalecer la equidad social y sustentar una recuperación económica sostenible e inclusiva. Que haya mejores condiciones de trabajo y de vida también benefician a las empresas, así como a la sociedad y la economía en general al impulsar la productividad y la competitividad».
FUENTE: ABC