El uso fraudulento de la contratación afectaría a 200.000 trabajadores
Inspección de Trabajo lanza su campaña para reducir el fraude en los nuevos contratos establecidos por la reforma laboral, y lo hace tirando de cartas de advertencia a los potenciales incumplidores, una fórmula que ha dado buenos resultados en actuaciones anteriores. Este jueves pasado de 26 de mayo, empezaron a salir tres remesas de cartas de Inspección del Trabajo dirigidas a 83.600 empresas en las que se han detectado irregularidades en el uso de los contratos temporales y los fijos-discontinuos. En total, afectan a 199.800 trabajadores, según indican desde el Ministerio de Trabajo.
El envío de esta correspondencia lo anunció la semana pasada la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aunque sin ponerle fecha. Arranca este jueves y el objetivo es que las empresas, al recibir la notificación de una potencial irregularidad, reaccionen por su cuenta para corregirla. La experiencia demuestra que suele ser la respuesta de muchas compañías cuando reciben este tipo de cartas.
Para Trabajo se trata de asegurar el buen funcionamiento de la reforma laboral, que tiene como uno de sus grandes objetivos reducir la temporalidad. Según los últimos datos, lo estaría consiguiendo. En abril, prácticamente la mitad de los nuevos contratos fueron de carácter indefinido, en contraste con solo un 10% en diciembre, es decir, antes de que entrara en vigor la reforma laboral.
Es una reforma que prohíbe el contrato por obra, que en la práctica permitía encadenar temporalidades que podían llegar a sumar cuatro años; restringe de forma drástica el uso de los temporales, que necesitan una justificación precisa; y potencia los fijos-discontinuos, pensados para trabajos con gran estacionalidad. En abril, del total de contratos indefinidos, fijos-discontinuos supusieron un 34% del total, por un 25% de los que se firmaron a tiempo parcial y un 41% a jornada completa.
El gran aumento de los contratos fijos-discontinuos sorprendió, pero tiene cierta lógica ya que llegó cuando se suprimieron los contratos por obra, y en un momento en que ya no pueden firmarse contratos temporales justificándolos por la realización de trabajos de contratas o subcontratas. Estas limitaciones derivaron mucha contratación hacia el fijo-discontinuo.
En sus intervenciones, Yolanda Díaz ha defendido el carácter indefinido de este tipo de contratos, aunque incluyan períodos más o menos prolongados de inactividad. “Le reto a que encuentre una sentencia que diga que este contrato es de carácter temporal”, dijo la ministra.
Llegan los avisos a las empresas que presuntamente tienen contratos fraudulentos en un momento en que la reforma laboral ha aumentado las multas por contratación irregular. El principal cambio es que, con la nueva legislación, se castiga por cada trabajador en situación fraudulenta, y no como antes que había una sola infracción por empresa, independientemente del número de contratos irregulares detectados. Además, también se ha elevado el máximo de las multas, que han pasado de 7.500 a 10.000 euros.
FUENTE: LA VANGUARDIA