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El régimen de módulos permite la estimación objetiva para pagar IRPF e IVA a alrededor de 400.000 autónomos con una facturación reducida que tributan según su consumo de luz, la superficie del local y la actividad, y no de acuerdo a sus gastos e ingresos. En su creación el objetivo era que la declaración fuera más sencilla para estos contribuyentes, aunque la asociación de inspectores de Hacienda llegó a calificar el régimen de «nido de fraude».

Los datos del Fisco recogían que los contribuyentes de módulos pagaron un tipo en el IRPF del 7,27% en 2016, que contrasta con el 18,14% que pagaron el conjunto de contribuyentes o con el 20,33% que asumieron el total de autónomos. La intención de Hacienda era endurecer este régimen de forma progresiva en varios años, excluyendo a los autónomos que facturen a otras empresas y dejando solo a los que trabajan con particulares, de hecho la reforma fiscal de 2015 preveía bajar el umbral de facturación para poder acogerse a este régimen de 600.000 euros a 150.000 euros en 2016, con la intención de luchar contra el fraude fiscal que se daba en el régimen.

Sin embargo una vez más el sistema de módulos para los trabajadores autónomos se amplía hasta 2020. Tal y como refleja la Orden HAC/164/2019, de 22 de noviembre, publicada en el BOE. Dicha orden se ocupa de desarrollar el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el del Impuesto sobre el valor Añadido.

La normativa lo que establece es que en 2020 se mantenga el sistema de módulos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, así como las instrucciones de aplicación. En ese sentido, se prorrogará el año que viene la reducción Asimismo, se mantiene la reducción del 5% sobre el rendimiento neto de módulos, que es algo que procede de acuerdos alcanzados en la Mesa del Trabajo Autónomo. Es decir todos los autónomos que estaban en este sistema de tributación podrán continuar en él con los mismos niveles de facturación.

FUENTE: ADADE CENTRAL